Probé los Sony WH-1000XM6 y esta es mi reseña completa
Probé los Sony WH-1000XM6 y esta es mi reseña completa
Una experiencia premium que te exige tiempo, pero lo devuelve con creces
Tuve la oportunidad de probar los nuevos auriculares Sony WH-1000XM6 gracias a un préstamo de la agencia de Sony Latin en Colombia. Me los enviaron en su color azul oscuro —que a primera vista parece negro, pero bajo buena luz muestra una tonalidad muy elegante— y los usé durante varios días seguidos, tanto en interiores como en exteriores, en distintas situaciones cotidianas. Desde llamadas y caminatas hasta momentos de trabajo intenso frente al computador.
En esta reseña te cuento exactamente cómo fue mi experiencia. Sin exagerar y sin repetir lo que ya dicen todos los comunicados técnicos. Esto es lo que viví al usarlos como cualquier persona que se compra unos auriculares premium y quiere sacarle provecho a todo lo que ofrecen.
El primer contacto: diseño bonito… pero deja huellas
Cuando abrí la caja y saqué los audífonos por primera vez, lo primero que pensé fue: “qué bonitos están” y "qué bonita caja" para guardarlos o llevarlos en mi maleta de viaje. El diseño es sobrio, limpio, sin detalles brillantes ni nada que sobresalga innecesariamente. Enseguida noté que son ligeros al tacto, pero transmiten una sensación de firmeza. Todo está bien construido.
Pero también me di cuenta de algo que no me esperaba: los cascos tienden a acumular huellas digitales con muchísima facilidad. Incluso sin haber tocado nada con las manos sucias, apenas los manipulé para ponérmelos, ya se veían marcados. Y no estoy hablando de una manchita que desaparece al rato, no: quedan visibles y cuesta ignorarlas si eres detallista. Esto puede ser menos notorio en otros colores, pero en el azul oscuro, que por momentos se ve casi negro, se nota bastante.
No es algo que afecte la experiencia de audio, por supuesto, pero sí es una molestia visual que me hubiera gustado evitar. Terminé limpiándolos con un pañito cada vez que los dejaba sobre el escritorio. Ya es parte del ritual.
Comodidad: buenos… pero no para jornadas maratónicas
Me los puse por primera vez mientras trabajaba en casa, y las primeras dos horas fueron muy cómodas. Las almohadillas se sienten suaves, bien acolchadas, y envuelven las orejas sin apretar. El sistema de ajuste de la diadema también es firme pero flexible. Pude acomodarlos a mi medida sin problema.
Pero después de tres horas seguidas, empecé a notar cierta fatiga en la parte superior de la cabeza. No es dramático, pero está ahí. Me los quité, descansé un rato, volví a ponérmelos y aguanté bien otras dos horas más. Así que no es que sean incómodos, pero tampoco son los más ligeros del mercado. Lo sentí especialmente cuando los comparé con otros auriculares más simples que tengo para editar audio. La diferencia de peso y acolchado se nota si eres sensible al uso prolongado.
Eso sí: para sesiones de una a dos horas, que es lo que dura una grabación o una caminata con podcast, están perfectos.
La primera vez que los encendí: sonido que sorprende
Ya con los auriculares en su lugar, encendí el Bluetooth, los conecté al celular y puse mi lista de reproducción habitual de prueba: un par de canciones en FLAC y unas cuantas en Spotify. El primer impacto fue inmediato. La claridad del sonido es lo que más me llamó la atención.
Los bajos están presentes y con cuerpo, pero no invaden. Los medios tienen muy buena definición —las voces suenan nítidas, sin distorsión—, y los agudos no son punzantes ni metálicos. En general, el perfil de sonido es cálido, con buen espacio. Sentí que estaba dentro de la música, no solo escuchándola desde afuera.
La cancelación de ruido: funciona, pero hay que domarla
Uno de los grandes motivos por los que la gente se compra estos auriculares es por la cancelación activa de ruido. Y sí, funciona muy bien… pero no es mágica, ni automática en todo sentido.
Durante una caminata por Bogotá, activé el modo de cancelación total. El ruido de los buses, las motos y las conversaciones alrededor desapareció en cuestión de segundos. Fue impresionante. Me concentré en el podcast que estaba oyendo como si estuviera solo.
Pero también noté que, si pasaba de estar quieto a caminar o a moverme más rápido, el sistema cambiaba de modo automáticamente. Y eso a veces me sacaba de onda. Hay una transición que no siempre es suave. A veces bajaba el volumen ambiente sin avisar, y otras veces lo dejaba pasar. Supongo que con más tiempo uno se adapta, pero al principio sí me tomó por sorpresa.
Desde la app de Sony (que también requiere paciencia para explorarla y descubrir cosas día tras día), pude personalizar los niveles y desactivar los ajustes automáticos. Eso mejoró bastante la experiencia. Lo dejo como recomendación: vale la pena invertir tiempo configurando la app, porque cambia completamente la forma en que se comportan los audífonos.
Llamadas y micrófono: mejor de lo que esperaba
Probé varias llamadas usando los XM6, tanto en casa como en la calle. Una de las cosas que más me impresionó fue que, incluso con ruido ambiental fuerte —como el de un camión pasando o alguien cortando pasto cerca—, la persona del otro lado me escuchaba perfectamente.
La reducción de ruido en el micrófono también funciona. Y no tuve necesidad de subir la voz. Esos detalles hacen que realmente se puedan usar como herramienta de trabajo o para reuniones. Aunque no hice muchas videollamadas con ellos, estoy convencido de que se comportarían igual de bien.
Latencia, juegos y uso con cable
Aquí viene un punto que me interesa mucho como podcaster y editor de audio. La latencia por Bluetooth, aunque baja, existe. No es un retraso grande, pero al sincronizar video y audio, lo noté.
Se soluciona de inmediato con el cable analógico que viene incluido. Al conectarlo directamente al computador, desaparece toda latencia. Es instantáneo. Así que para edición, grabación o juegos donde cada milisegundo cuenta, recomiendo usar el cable. Pero para música y podcast, el Bluetooth funciona sin problema.
Batería: ¡lo que dura!
Después de una serie larga de una semana de edición, música y llamadas, revisé la batería y me sorprendí: había bajado del 90 % al 40 %. Y eso con cancelación de ruido activada casi todo el día. Ni siquiera tuve que cargarlos antes de devolverlos, los usé toda la semana sin enchufarlos al USB-C.
Controles táctiles y la app: buen diseño, pero exige tiempo
Los gestos en el casco derecho son fáciles de aprender: deslizar para volumen, tocar para pausar o responder llamadas, y mantener presionado para cambiar de modo. Pero al principio cometí errores, sobre todo al acomodarlos. Un roce mal puesto y se activa una acción sin querer.
La app es completísima, pero compleja. No es intuitiva si nunca has usado audífonos Sony. Hay que leer, probar, ajustar… y volver a probar. Pero una vez lo haces, te das cuenta de que tienes en las manos un dispositivo totalmente personalizable: desde el ecualizador, hasta los modos de cancelación, las prioridades de conexión, los sensores de proximidad… todo.
¿Y la resistencia al agua o sudor?
Esto fue una duda que me acompañó durante toda la semana. Busqué en la documentación, en la caja, en la app… y no encontré una certificación clara de resistencia al agua o al sudor. Por eso preferí no usarlos haciendo ejercicio o bajo lluvia. Están pensados más para oficinas, estudios o uso personal en interiores y transporte. No son auriculares deportivos.
Conclusión personal: ¿valen la pena los WH-1000XM6?
Sí. Pero con una advertencia: no son para todo el mundo. Si estás buscando unos audífonos premium, que suenen increíble, con batería larguísima y cancelación de ruido real, estos cumplen. Pero si eres de los que quieren sacar algo de la caja y usarlo sin pensar, puede que se te haga cuesta arriba al comienzo.
Yo los disfruté mucho. Me tomé el tiempo de aprender cómo funcionan, ajustarlos a mi estilo de uso, y adaptarme a sus gestos y automatismos. Y ahora me cuesta volver a otros modelos.
¿Son perfectos? No. Las huellas en los cascos me incomodan, la app es densa, y la cancelación adaptativa tiene margen de mejora. Pero, en conjunto, ofrecen una experiencia sonora que pocos auriculares pueden igualar hoy en día.
Producto probado gracias a un préstamo temporal de la agencia que representa a Sony Latin en Colombia.


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